lunes, 21 de abril de 2008

To wed or not to wed

That’s the “fucking” question, como diría Shakespeare. Aunque en sus tiempos sí se tratara, efectivamente, de una “fucking” question, porque el matrimonio constituía la puerta de entrada a ese maravilloso universo del fuck. Hoy en día es una “question” retórica, “fucking” nomás por no dejar o por guardar las apariencias.
Aún así, con o sin Shakespeare de por medio, la gente continúa casándose hoy en día. Le pasó a nuestros padres, a nuestros amigos, a nuestros compañeros de trabajo y hoy la “fucking question” (retórica, por supuesto, desde hace muchos años) me llega a mí.
¿Por qué casarse en estos nuestros agitados días? Mi respuesta es la más sencilla y predecible: por amor. Pero no por amor al vestido, a la fiesta o al anillo que es el que más causa furor entre las féminas. Tampoco por ese amor que cree que el penúltimo paso a la plenitud es entregar tu vida a alguien; porque la vida no se entrega, se comparte.
En mi caso, es por darle una oportunidad al mejor amor que he conocido, una oportunidad que no puede darse con un océano de por medio…y la fucking question, esa va de maravilla!

3 comentarios:

Somerandomgirl dijo...

aawww!!!

Anónimo dijo...

Ayyyy yo te entiendo!!! Cómo nos quejamos de la parafernalia que implica una "boda"!!! Pero cuando nos llega el momento... nos derretimos y empezamos a planear las mil cosas que una vez juramos no hacer!!! Ni modo... supongo que es lo normal... aquí lo importante es, como bien dices; haber encontrado a alguien que quiera compartir el resto de tus días contigo.
Pues si te está pasando, MIL FELICIDADES!!!
Jajajaja!!!
Chesquito... quieres ser mi Dam@ de honor??? Jajajaja!!!
Saludos!!!

Unknown dijo...

Qué intenso!